martes, 11 de diciembre de 2007

Imágenes de la muestra de arte en el Museo de la Ciudad










Los alumnos y alumnas de nivel preescolar y de escuelas especiales, prepararon -junto con sus docentes- cuentos murales ilustrados sobre la Ciudad y su gente.

Las producciones artísticas se expusieron en el Museo de la Ciudad.

Los jardines y escuelas especiales participantes recibieron rompecabezas didácticos con los animales de las Islas del delta de San Fernando

El ¿De Qué me Hablás? en la Universidad General Sarmiento

JORNADAS DE INVESTIGACIÓN UNGS 2007

APRENDIZAJES Y RE-CONOCIMIENTOS, A PARTIR DEL PROGRAMA MUNICIPAL SOBRE IDENTIDAD LOCAL
Autores: Prof. Bosco, Laura; Lic. Lois, Ianina; Lic. Rossi, Diego.

Abstract
Analizaremos la evolución del Programa de educación no formal "¿De qué Me hablás?”, implementado en el período 2005/2007 por la Municipalidad de San Fernando, junto a establecimientos de todos los niveles de educación pública y privada del Distrito.
Intervienen en la experiencia de forma directa, un pequeño staff técnico-profesional en relación con diversas áreas municipales y una Consejera Escolar, que desarrollan vínculos con directivos, docentes, profesores, bibliotecarios y alumnos del sistema educativo.

El Programa, concebido por iniciativa vecinal en 2005 –en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Ciudad como un tributo de la Comunidad Educativa local-, tiene por objetivos: a) reforzar los lazos de identidad local de los niños y jóvenes del Distrito de San Fernando, y b) promover el uso de metodologías y herramientas alternativas para la construcción grupal de conocimientos y prácticas de ciudadanía urbana.

Con su institucionalización, la Intendencia fortalece el sentimiento de pertenencia ciudadana a través de la difusión de CDs interactivos, cuadernillos, documentos y propuestas especialmente elaboradas para re-conocer y ampliar una mirada sobre la historia, las características sociales, geográficas y ambientales del barrio-ciudad en el marco de su dinámica dentro del Área Metropolitana.

Buscando un proceso cognitivo alternativo entre los jóvenes y adultos docentes o no docentes con diferentes grados de compromiso social, que fortalezca el trabajo áulico grupal y una praxis crítica frente a la información disponible, el Programa propone a docentes y alumnos actividades, en su mayoría en formato de concurso, para pensar qué significa vivir en San Fernando.

Una mirada transversal desde la escuela sobre el eje de la identidad local está generando destacables articulaciones de saberes, en un campo fértil para el cruce de narrativas urbanas, tradiciones orales o no sistematizadas, ciertas capacidades de alfabetización digital y uso de TICs aplicadas al Programa, con el marco de la currícula tradicional y actores del sistema educativo que no se resignan a los roles y rituales pedagógicos hegemónicos.

MARCO CONCEPTUAL

El ámbito local
El barrio, la(s) comunidad(es) y el territorio se mantienen en la actualidad como espacios de articulación social y formación de identidades culturales, aún en tiempos de centralidades de contenidos audiovisuales, vínculos virtuales globales y desterritorializados y la parcialización de redes de recorridos urbanos por hábitos de consumo y “restricciones de inseguridad”. Sostener el protagonismo y visibilidad de todos los actores y sectores sociales resulta una prioridad para una política inclusiva a nivel local. Entendiendo a la ciudadanía como una construcción que incluye el ámbito educativo formal y no formal también para menores de edad, la interpretamos como reivindicación y reconocimiento de derechos y deberes de un sujeto frente a diversos focos de poder, a partir de prácticas sociales, políticas y culturales.

Dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires, si bien el Municipio como unidad urbano-material, económica y social fundamental de la gestión local, es donde mejor se perciben las necesidades y los problemas de la población, también es cierto que la dimensión local y los vínculos de pertenencia no siempre son compartidos por la ciudadanía, que se redefine en comunidades de múltiples campos de ejercicio –en algunos casos restringidos al sufragio o la mirada no comprometida con el vínculo social-.

En los últimos años, en un marco de profunda crisis económica y social, la desburocratización y los requerimientos de eficacia y eficiencia estatales, orientaron e impulsaron un desarrollo local con mayor ingerencia municipal en la definición de políticas públicas. Las ciudades empezaron a ser centro de decisiones y estrategias propias, pasando del proyecto nacional al local e identificando proyectos en lo más micro y cercano.

El Sistema Educativo
En el siglo XIX se funda el sistema educativo como tal, siendo la escuela la institución que da contenido a la Nación, con la función de homogeneizar a la población ante las diferentes inmigraciones. La escuela es el factor de construcción en el imaginario social de los conceptos de nación, democracia, y mercado.
En sus orígenes el papel de la escuela fue integrar poblaciones diferenciadas económica, cultural, social y espacialmente. Su objetivo era incorporar a la cultura e historia nacional a la gran cantidad de inmigrantes que poseía los valores y pautas de comportamiento de sus países de origen. Era necesario alcanzar una homogeneización y un consenso sobre la hegemonía del estado. De esta forma, la educación moderna -expresada en el sistema escolar- se constituyó como el lugar de igualación e integración. La escuela debía formar para la participación ciudadana y para la unidad nacional, a la vez que debía fortalecer el modelo económico.

Otro de los requerimientos a la educación moderna fue difundir las pautas de cohesión social. El sistema educativo escolar puso énfasis en la autoridad y buscó la aceptación de las reglas disciplina social. Esta cohesión se manifiesta en la aceptación de una concepción común del mundo y la sociedad; concepción tenida como la única legítima.

La escuela pública representaba los valores y saberes universales, valores que se colocaban por encima de las características culturales particulares de los distintos grupos. El sistema educativo escolar, público por definición, se organizó sobre un modelo único. Esto quiere decir que la educación básica y obligatoria tuvo la misma estructura y el mismo contenido curricular tanto para zonas urbanas como rurales y para poblaciones distintas. La formación de la ciudadanía implicó la adhesión a los valores nacionales por encima de otro vínculo étnico, religioso, o cultural.

La educación moderna -como construcción histórica- se encuentra actualmente en crisis. Crisis que alcanza a los imaginarios tradicionales que la sustentaron y a los modos tradicionales de constitución de las identidades. Los rituales de reconocimiento masivo de los símbolos patrios y de los próceres de la historia sobreviven en las escuelas pero vaciados de sentido; el modelo no pudo hasta el momento responder a las demandas del mundo contemporáneo.

La diferenciación es uno de los problemas que aparecen en las últimas décadas dentro de los mismos sistemas formalmente homogéneos. El ímpetu por la integración nacional condujo a que no se apreciaran, dentro de las escuelas, las diferencias individuales y locales. Las prácticas comienzan a no coincidir con los contenidos y la homogeneidad de la oferta escolar se torna puramente formal en contextos de desigualdad social.

La identidad local

las identidades nunca se unifican y, en tiempos de la modernidad tardía, están cada vez más fracturadas y fragmentadas; nunca son singulares, sino construidas de múltiples maneras a través de discursos, prácticas y posiciones diferentes, a menudo cruzados y antagónicos. Están sujetas a una historización radical, y en un constante proceso de cambio y transformación”.
Stuart Hall

La identidad de nuestras comunidades es el resultado de un lento proceso de construcción que se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo. En ella no sólo han influido hechos y procesos históricos propios del ámbito local y regional, sino que también han impactado las transformaciones ocurridas a escala nacional e internacional.

Pensar la identidad requiere reconstruir la historia de nuestro lugar, significa preguntarse -cómo somos y cómo es nuestra comunidad- teniendo en cuenta que cada comunidad, cada localidad es producto del modo en que se han organizado sus instituciones, de las actividades productivas que desarrolla, de la forma en la que interactúan los distintos actores sociales que la componen, entre otros aspectos.
Abordar la pregunta sobre qué tienen en común los miembros una comunidad y por qué se sienten parte de ese colectivo.

La problemática de la identidad es muy compleja y tiene múltiples aristas, particularmente en un país como el nuestro, cuya sociedad se ha ido constituyendo a partir de aportes muy diversos, desde las culturas de las etnias aborígenes hasta las prácticas, representaciones, costumbres y hábitos aportados por las sucesivas oleadas inmigratorias. La homogeneización que implica la existencia de una cultura nacional se articula con los contextos locales. Además, en la actualidad, nos vemos impactados por un proceso de globalización cultural que hace a nuestras sociedades cada vez más multiculturales.

Al preguntarnos por quiénes y cómo somos estamos haciendo referencia a una identidad colectiva, dinámica y compleja que implica, en todos los casos, nuestra relación con los otros. Nuestra especificidad como comunidad se hace evidente sólo en la medida que podamos confrontarnos con los integrantes de un colectivo mayor integrado por culturas diversas, atravesadas por clivajes sociales y económicos; e impactado por un fortísimo movimiento de globalización cultural a escala planetaria.

Síntesis del cuadro de situación
El discurso urbano que transmite la escuela encierra dos notables desfases:
1) Está basado en estructuras pedagógicas propias del pensamiento moderno, que obedecen a un método vertical de enseñanza con categorías jerárquicas, por ello cercano a la idea de sistema y lejano al concepto de red, el que se basa en la homogeneidad de sus partes y en la horizontalidad de sus relaciones.

2) La imagen de ciudad que dicha pedagogía proyecta no corresponde a la actual vida urbana en la que participan los jóvenes, ya que esa pedagogía explica la imagen moderna de la ciudad, basada en el funcionalismo de sus partes, en oposición a la ciudad múltiple y fragmentada que forma el contexto actual.
Además de estos desfases, a menudo se presenta, también, la ausencia de un discurso urbano en la escuela.

Entendemos que pensar y generar "visión" desde la escuela en torno a la ciudad se vuelve imprescindible; en tanto los procesos de urbanización, migraciones y re-construcciones de las visiones de ciudad nunca terminan de consolidarse.

Por otra parte, en la empatía de los más jóvenes con la cultura tecnológica lo que está en juego es una nueva sensibilidad hecha de una doble complicidad cognitiva y expresiva: es en sus relatos e imágenes, en sus sonoridades, fragmentaciones y velocidades que ellos encuentran su idioma y su ritmo. Estamos ante la formación de comunidades que responden a nuevos modos de percibir y narrar la identidad y de la conformación de identidades con temporalidades menos largas, más precarias pero también más flexibles, capaces de amalgamar, de hacer convivir en el mismo sujeto, ingredientes de universos culturales muy diversos.

Se trata de una experiencia cultural nueva: nuevos modos de percibir y de sentir, de oír y de ver, que en muchos aspectos choca y rompe con las formas de los adultos
Sumado a este cuadro, la aparición –de la mano de los grandes medios de comunicación- de un entorno educacional difuso y descentrado en el que estamos inmersos. Un entorno de información y saberes múltiples, y descentrado por relación al sistema educativo que aún nos rige y que tiene su centro en la escuela y el libro.

La escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, hay una multiplicidad de saberes que circulan por otros canales y no le piden permiso a la escuela para expandirse socialmente. Esta diversificación y difusión del saber es uno de los retos más fuertes que el mundo de la comunicación le plantea al sistema educativo.

En este sentido, la escuela no debe avanzar hacia el fortalecimiento del autoritarismo, sino abrirse a la multiplicidad de escrituras, de lenguajes y saberes en los que se producen las decisiones cotidianas. Es necesario un sistema educativo donde aprender a leer signifique aprender a distinguir, a discriminar, a valorar y escoger dónde y cómo se forman los prejuicios o se renuevan las concepciones que tenemos de la política, la cultura, la familia, entre otras categorías. Este solo será posible, en una escuela que transforme su modelo y praxis de comunicación; es decir, que pase de un modelo lineal y secuencial a otro descentrado y plural.

IMPLEMENTACIÓN

Desarrollo de la experiencia en Educación No Formal

La implementación del Programa ¿De Qué Me Hablás? Enfrentó en estos años al Equipo Técnico ante un nuevo desafío: consolidar una propuesta iniciada en 2005 en el marco de los festejos por el bicentenario de la Ciudad . Es decir, resolver algunas cuestiones organizativas y legitimar la propuesta dentro de la estructura municipal.

El desafío mayor era asegurar la participación masiva de las instituciones educativas locales y ofrecer una programa consistente, de calidad y muy bien gestionado.

Además de la cuestión identitaria, nos propusimos explicitar a través del Programa los objetivos actitudinales a promover: aumentar la participación de docentes y alumnos; generar distintos vínculos para la divulgación de los temas de interés local; fortalecer capacidades de organización transversal entre actores de la educación formal y no formal; y densificar la visión ciudadana, especialmente en los niveles Polimodal y Adultos.

Desde la convicción de que para construir y fortalecer la propia identidad es necesario el aporte de todos los actores locales, se trabajó para acercar las esferas del ámbito municipal y el ámbito educativo, incorporando a la vez a estudiantes y familias.

Por otra parte, en la elección de la temática de los concursos se buscó incluir a otro actor relevante a la hora de pensar en la identidad local, como son las organizaciones sociales del distrito.

En una primera instancia, el equipo técnico Municipal elaboró las bases de cada uno de los concursos, teniendo en cuenta las sugerencias y observaciones realizadas el año anterior

Luego, el proceso de convocatoria se pone en marcha con una Jornada de Presentación que incluyó la puesta en escena de una obra de títeres donde se representaban distintas escenas cotidianas de la labor de los maestros. La Jornada tuvo como fin motivar y sensibilizar a la comunidad educativa local en lo relativo a la identidad local. La convocatoria fue muy satisfactoria, como así también la respuesta por parte del público.

Seguidamente, se decidió visitar las escuelas de nivel medio (Polimodal) con el fin de conocer sus inquietudes y consultas. El concurso de preguntas y respuestas -organizado para los chicos de 2º y 3º -año es la actividad principal del programa, la que genera mayores expectativas y ansiedades entre docentes y alumnos. Esta acción resultó muy enriquecedora para el equipo organizador, ya que permitió conocer desde adentro las problemáticas y puntos débiles del Programa, y ajustar sobre la marcha cuestiones de tipo operativo.

Paralelamente se trabajó en la elaboración de un cuadernillo con actividades para docentes de nivel primario. Esta tarea tuvo su justificación en la observación de que el programa era encarado desde las escuelas como “extracurricular”, hecho que implicaba que las cuestiones relacionadas con la identidad local no eran abordadas en el contexto del aula, sino que los directivos trabajan con algunos alumnos seleccionados para participar del concurso. El cuadernillo fue la herramienta pensada para evitar ese salto entre directivo-alumno, con el fin de aportar al docente actividades concretas para el trabajo de la temática en el aula de clase.

Culminada esta instancia comenzó la etapa de inscripción y recepción de trabajos. Previamente se había conversado con los jurados que serían quienes elegirían a los trabajos ganadores. Este jurado estuvo conformado por personalidades locales del ámbito educativo, literario, investigadores históricos y periodistas de importante trayectoria.

Fechas claves

De este proceso se reconocen por su significación social cuatro momentos claves:
- La presentación de la propuesta, buscando promover la participación, sensibilización y motivación de los directivos y responsables educativos del partido. La importancia de esta instancia se expresa en que el fortalecimiento de la identidad local requiere del compromiso de todos los actores locales.
- Las visitas a las escuelas, permite conocer las demandas manifiestas y latentes de las instituciones educativas. Generar un espacio de diálogo e intercambio donde desde el Municipio se escuchen las propuestas y sugerencias realizadas por directivos, docentes y alumnos en relación al Programa. A la vez, es una instancia de evaluación de lo realizado en 2005, y es una forma de generar vínculos y canales entre las escuelas y el Municipio.
- La elaboración del cuadernillo, como expresión concreta de aporte al trabajo cotidiano de los docentes. Constituye una herramienta para que el docente incorpore los temas relacionados con espacio local en las actividades de clase. Se considera que el objetivo del programa se cumple sólo si la identidad local es un tema para trabajar dentro del aula.
- La implementación de los concursos, contó con el apoyo de la estructura municipal y de los mecanismos propios del sistema educativo. Se envió información mediante el “casillero” y además se realizaron llamadas y se mantuvieron entrevistas y reuniones con responsables de escuelas, con docentes, alumnos e inspectores.
- La creación del Blog y la elaboración de 2 programas de televisión para ser emitidos por la señal local, como espacios de comunicación y difusión de las experiencias. En el blog se publicaron los cuentos realizados por alumnos de 6° grado de escuelas públicas y privadas que resultaron ganadores, se publicaron imágenes de los viajes de premiación y otras del momento del concurso de preguntas y respuestas realizado para nivel polimodal. En los programas televisivos se intentó mostrar las vivencias, opiniones y pareceres de los diversos actores participantes.

RESULTADOS

El Programa DQMH como espacio de articulación social
El programa permitió el trabajo conjunto y cooperativo de diversas áreas de la estructura municipal –planeamiento, comunicación, cultura, ceremonial y juventud, entre otras- y puede pensarse como ejemplo de integración de políticas a nivel local. Parte de la relación con las instituciones educativas, en particular el envío de información, se realizó a través de los canales formales con los que ya cuentan las escuelas: el casillero. En todo momento se contó con el apoyo de las inspectoras de los diversos niveles y de escuelas públicas y privadas. A la vez, los vecinos jugaron un rol fundamental al encarar la tarea de jurados, profundizando la articulación social y fortaleciendo el trabajo en red.

Este modelo de relación entre el Estado y el Sistema Educativo Local permitió generar un nuevo espacio de carácter multiactoral en donde se articulan, a través de la negociación y la concertación, los intereses de los diversos actores sociales involucrados.

El Programa DQMH como espacio de consolidación de la identidad local
Las diversas propuesta encaradas desde el programa contribuyeron a pensar e instalar el tema de la identidad local y comenzar a construir una respuesta a la pregunta de cómo somos, cómo fuimos y cómo seremos.

Cabe destacar que esto se hizo desde las propias escuelas, otorgándoles un lugar destacado en la consolidación de la identidad –no sólo nacional- sino también local.

Resultaron significativas las “narrativas de ciudad” en los distintos niveles: desde la expresión plástica de los chicos de Inicial, dando otras miradas desde la expresión artística sobre plazas, espacios públicos y personajes, hasta los cuentos misteriosos de alumnos de EGB que reinventaron en clave literaria personajes de raíz anglosajona o aborigen, en escenarios barriales, articulando conflictos muy posiblemente transferidos desde ámbitos familiares.

El programa DQMH como experiencias de aprendizaje activo
Si en la escuela tradicional “la realidad es tomada como ilustración del concepto”; a través de las consignas, del material bibliográfico y de las actividades propuestas indujimos a docentes y alumnos a recorrer el camino inverso.

Las experiencias previas de cada persona, incluidos sus vínculos familiares, generacionales y barriales fueron la materia prima de estudio, de confrontación ante “lo dado”, de valoración crítica por parte de los jurados y de contrastación empírica durante el programa o aún ex-post.

En este punto, cabe destacar la riqueza de los viajes de premiación como un momento de intercambio entre escuelas, docentes y alumnos de diferentes barrios y zonas del municipio, como una forma de aprendizaje activo y de construcción de conocimiento a través de la práctica.

En este sentido, durante estos paseos, viajes y excursiones ocurrió la contrastación de lo estudiado en los libros y manuales con lo percibido por la propia mirada y los propios sentidos. El “descubrimiento” por ejemplo de chicos de la ciudad que viajan al Delta observan su forma geográfica , los modos de trabajo y vida isleña, la vegetación y las plantaciones; chicos que conocen el Museo de la Ciudad y “descubren” objetos, usos y costumbres muy cercanas a su ciclo vital.
En el anexo se consignan algunas miradas seleccionadas por los coordinadores.

El Programa DQMH como espacio de comunicación
Desde el inicio de las actividades del Programa, fue necesario incorporar la cuestión de la comunicación como un elemento central y constante de las estrategias de acercamiento y llegada a las instituciones educativas. Desde el DQMH se sostuvo una concepción de la comunicación alejada de su carácter más instrumental, y se trabajó desde la conciencia de que el lenguaje “construye mundo”. Lo recrea, lo sostiene e incluso prefigura “otros mundos posibles”.

La comunicación se transformó en una “dimensión estratégica” del programa, siendo un elemento fundamental para crear significados comunes entre los actores participantes, y para que los ciudadanos del distrito sean más sensibles a los temas de la identidad local. Vista desde este lugar la comunicación atraviesa y al mismo tiempo es atravesada por otras disciplinas y campos del saber como son la educación, la pedagogía, la sociología o la ciencia política.

Desde un primer momento se creyó que la comunicación debía ser una parte integral de las operaciones en el desarrollo de los objetivos del programa. Las barreras socio-culturales y una información deficiente pueden hacer que las personas no comprendan los beneficios y potencialidades de la propuesta. Los procesos comunicacionales -como fenómenos culturales complejos- permiten observar la construcción de subjetividades y de diversas formas de identidad social. Lo comunicativo es una dimensión básica de la vida y de las relaciones humanas. Siempre existen diferentes unos que, con distintas visiones del mundo e intereses, se vinculan con otro o varios otros.

Desde esta concepción relacional, la comunicación fue el proceso mediante el cual se creó y estimuló el diálogo, la discusión, la toma de conciencia sobre la realidad social, la propia identidad cultural, la confianza, el consenso y el compromiso entre las personas involucradas. Un programa sobre identidad local no puede menos que concebir un sujeto siempre en interacción con otros, no aislado ni pasivo.
En este sentido, se creó un blog y se realizaron 2 programas para la televisión local, como formas y canales que aporten a la visibilidad de las producciones realizadas por los niños y jóvenes participantes, permitan la expresión de otras voces y otras miradas y sirvan de espacio de encuentro y reencuentro.

El objetivo de estos espacios comunicacionales fue abrir las posibilidades de intercambio y diálogo de las experiencias de cada uno de los niveles participantes, y permitir su difusión a mayor población del distrito.

Comentario Final
La evaluación del proceso, hecha tanto por el Equipo Técnico como por los propios destinatarios, significó una estrategia metodológica importante, que da lugar a un proceso continuo de ajuste y mejoramiento de la experiencia, tanto en su desarrollo como en futuras implementaciones.

La experiencia del ¿De qué me hablás?, su alcance y potencialidad desborda lo expresado en este documento. Si bien la experiencia es perfectible en todo sentido, la significación social de estas prácticas constituye un factor de estímulo para la continuidad del proceso, mucho más si se considera que ésta es la primera experiencia de este tipo puesta en práctica en el partido, en un contexto general signado históricamente por la escasa participación ciudadana.

Lo auspicioso de los resultados nos motiva a seguir profundizando estos nuevos contenidos y metodologías de gestión del programa, valorando por sobre todo la participación activa y la optimización de los recursos propios de las escuelas, como sustento de una comunidad y un Municipio más integrado y culturalmente consolidado.



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